Madrid sigue a ratos y por zonas cumpliendo el tópico de que se vacía. Aún es posible ir por una avenida y de repente reparar en que no hay nadie o casi nadie, que no circulan coches y que por sorpresa ha caído sobre el asfalto lo más raro de encontrar en las calles de una metrópolis: el silencio.
Otoño en Madrid. Hojarascas y basuras
A veces las imágenes describen mil veces mejor incluso a los vocablos que los definen. En español empleamos las palabras detritos, deshechos, restos… pero eso solo son generalidades que a su vez engloban a elementos muy distintos. Ahí en la foto tienen juntos, por obra y gracia de los tiempos que vivimos y los gobernantes que nosotros mismos nos hemos dado, dos tipos de restos situados en los extremos del arcos. Hojarascas que encarnan toda la belleza del otoño y basuras que son alegoría de las miserias de nuestra sociedad.
Desde luego, esa foto sintetiza muy bien el momento que vivimos. Es otoño en Madrid, en todos los sentidos.